El primer paso para conseguir los objetivos es ser constante

En el running, como en la vida, la clave para conseguir tus objetivos es la constancia. Si quieres mejorar, tienes que intentar adquirir una rutina que te ayude a cumplir tus objetivos y a que mejores como corredor, ya sea en tiempo, distancia, velocidad...

Debemos de tener un plan de entrenamiento, o si no estamos preparando un objetivo, decidir los días que queremos salir a correr para adquirir esa rutina que nos haga mejorar. En nuestro día a día, si queremos algo tenemos que luchar por ello y esto implica dedicarle tiempo y ganas, aunque no siempre nos apetezca o muchas veces nos cueste más trabajo hacerlo. A veces, por mucho que nos guste correr, nos cuesta un poco salir. Hay días con frío, lluvia, incluso viento o nieve en los que prefieres quedarte en casa que salir a hacer tu entrenamiento.

Tampoco os digo que haya que seguir la rutina y el entrenamiento al pie de la letra, está claro que si las condiciones del clima, de salud o simplemente un día por cualquier razón nos es imposible o muy complicado, tampoco pasaría nada. Lo importante, es no convertir la pereza o la falta de ganas en rutina. ¿Cuántas veces no os apetecía correr y después habéis vuelto a casa con una sonrisa por saber que el trabajo estaba hecho y habíais vencido a la pereza?.

Si  tenemos un objetivo en mente, como siempre os he comentado factible según nuestro estado de forma lo ideal es cumplir todos los entrenamientos para que salga lo mejor posible. Cada persona es un mundo, y a cada uno nos gusta una cosa (para gustos los colores como suele decirse) pero si queremos mejorar, tenemos que hacer todos los tipos de entrenamiento de nuestro programa.

Si somos constantes y seguimos nuestros entrenamientos, cada vez nos costará menos salir a entrenar, veremos que vamos mejorando y sobre todo disfrutaremos cada vez más de nuestro deporte.


A  veces toca sufrir, especialmente cuando estamos preparando nuevas distancias o nuevas pruebas más duras de lo que estamos acostumbrados, pero la capacidad que tiene el ser humano para superarse y las ganas que le pongamos al objetivo, harán que lo consigamos.

Como experiencia personal, si a mi me dicen hace algo más de dos años que a estas alturas iba a ser capaz de correr una media maratón, les hubiera dicho que estaban locos.

También es básico además de ser constante, proponerse objetivos realistas. Nadie sabe sus circunstancias mejor que uno mismo y muchas veces por empleo, circunstancias familiares, o por cualquier otra cosa, hay retos que en ese momento son imposibles y quizá deban ser aplazados para otro momento por que ¿Quién sabe? quizá este año no pero el año que viene pueda hacerse.

Además, el  día que os enfrentéis a la carrera del reto que tenéis (si vuestro reto es en una carrera), o el día que cumpláis vuestro reto, veréis que lo que más satisfacción os da no es solo el reto conseguido, si no el camino que habéis ido trazando hasta llegar a el.

No es bueno acostumbrarse a dejar objetivos a medias, o no terminar un entrenamiento por unos metros, ya que si nos acostumbramos a eso, mentalmente nuestra cabeza sentirá que debemos parar cuando empezamos a cansarnos.

Como os he comentado en otras publicaciones, estar mentalmente preparado a la hora de los objetivos es clave, ya que nuestra mente nos puede jugar malas pasadas a veces, pero ayudarnos en muchas otras.


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