XII Carrera Popular Cantobolero

Ayer tocaba volver a ponerse un dorsal, pero esta vez más que a por marca iba a por sensaciones. Después de un catarro que me ha dado guerra las últimas semanas, y sobre todo un pequeño dolor de rodilla a primeros de junio que no se terminaba de quitar y no me ha permitido sumar todos los kilómetros que yo quería, la idea era probar las sensaciones.

La carrera elegida era una carrera corta, unos 5,3 kilómetros en un pequeño circuito al que dabas dos vueltas. El lugar de la carrera era Navalacruz (Ávila), un pueblo que quizá no os suene, pero con dos vecinos ilustres (Iker Casillas y Javier Fernandez) que seguramente si que conozcáis más.

Está a unos 40 minutos de Ávila, por lo que salimos con tiempo suficiente para recoger el dorsal sin prisas, poder calentar bien y poder echar un vistazo al pueblo para ver como podía ser el recorrido. Como sabéis, aunque de vez en cuando me gusta correr alguna carrera más nombrada, me suelo inclinar más por las carreras populares, ya que considero que hay que apoyar el deporte en pequeños municipios que dan todo por estas pruebas, además de ser más económicas y más cercanas con el corredor. El trato en estas pruebas suele ser impecable. 

Al llegar allí nos dimos cuenta de que nos iba a tocar sufrir, el pueblo es un continuo sube y baja, por lo que la carrera se intuía dura y sobre todo con muchas cuestas. Por lo que os comentaba de la rodilla, no podía correr muy rápido, por lo que el recorrido tampoco me iba mal, día de disfrutar, bajar una marcha y hacer un entrenamiento de cuestas y practicar las bajadas, una asignatura pendiente que tengo. 

Hoy os cuento más bien las sensaciones que tenía, ya que como os he comentado mi gps no me conecta para pasar sesiones, por lo que sólo puedo meter los datos de la sesión completa a mano y no me da los tiempos de cada kilómetro. 

El primer kilómetro, salida por las calles del pueblo subiendo por la carretera hacia las afueras por una cuesta con poca pendiente pero bastante larga, subiendo después por un pequeño camino. Las sensaciones eran buenas, sin molestias en la rodilla pero sabiendo que iba a tocar sufrir. El segundo kilómetro, coroná
bamos la primera subida, para después tener unos 500 metros aproximadamente de bajada donde recuperar un poco y sobre todo respirar. Buenas sensaciones todavía, bajando con mil ojos para no tener ningún percance con la rodilla. Ese segundo kilómetro, volvíamos a pasar por el pueblo, subiendo otra pendiente para volver a bajar para el paso por los arcos. Pasada por el arco ya en el tercer kilómetro, volviendo a coger al dirección a la salida del pueblo para dar paso a la segunda vuelta, sufriendo en ese tercer kilómetro por la cantidad de pendientes y sobre todo por el calor. Vuelta a subir por el camino en el cuarto kilómetro aproximadamente, para volver a entrar en el pueblo bajando, intentando recuperar un poco de las subidas, sabiendo ya que nos iba quedando menos. Quinto kilómetro con la pequeña pendiente anterior a la entrada al pueblo de nuevo, y después en bajada, recuperando para las últimas pendientes que quedaban para entrar. Vuelta a a pasar por el arco que ahora sí marcaba 5 kilómetros, para después subir una última pendiente de unos 250 metros y hacer los últimos metros para llegar a meta. 

Al final, 29´aproximadamente, 5´28´´ de media cada kilómetro, que aunque era lo de menos me dejan un buen sabor de boca después de cómo estaba yendo el mes. 

Me quedo con el ambiente que se respiraba, y sobre todo con una organización de 10, muchos avituallamientos para una carrera corta, lo que se agradecía dada su dureza, y una bolsa del corredor más que aceptable (camiseta, mochila, fruta, bocadillo, bebida y barritas energéticas). 

Sin duda pese a su dureza, creo que repetiré, ya que me pareció una carrera preciosa y sobre todo bien organizada.

Ahora en lo personal, toca esperar al polar 430 para poder entrenar mejor y sobre todo ir viendo bien los entrenamientos, y también que la rodilla siga sin dar guerra. La próxima parada será Martiherrero (Ávila), una prueba de 6,5 kilómetros donde intentaré darle algo más de ritmo a las piernas y coger aún más sensaciones. Espero tener ya el polar para esa prueba, que sería el día 30 de este mes, pudiendo hacer otra carrera el día siguiente, dependiendo de sensaciones y sobre todo de cómo siga mi rodilla. 

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