VI Media Maratón Ávila Monumental (2018)

Dándole vueltas a cómo llamar a este post, hay una frase que me ha rondado la cabeza y que creo que define perfectamente lo que ayer pasó en Ávila ( y pasa cada fin de semana en miles de carreras): "Mientras otros duermen nosotros soñamos". No, no me he vuelto loco, aunque os suene raro que un madridista utilice una frase tan utilizada por los colchoneros. Y es que mientras la mayoría de la ciudad amurallada dormía, algo más de 1200 locos madrugábamos un domingo con la idea de cumplir nuestro sueño. Unos soñaban con ganar, otros con hacer su mejor marca personal (mi caso), otros con acabar su primera media maratón, otros con terminar otros de sus retos y otros con infinidad de cosas diferentes, pero con un mismo objetivo, disfrutar corriendo.

Mi día empezó a las 7:30, una manía que tengo de levantarme con bastante tiempo para desayunar cómodo antes de las carreras, especialmente si son largas. Como sabéis, tenía el objetivo de volver a bajar de dos horas este año, pero también de intentar bajar mi marca personal que había conseguido en Salamanca en marzo de este año.


El día comenzaba lluvioso, cumpliéndose las previsiones de los últimos días en las que la lluvia iba a aparecer justo antes de la carrera y poco después de correr. En principio, no iba a llover en la parte central de la carrera, algo que finalmente se cumplió y hizo que pudiéramos disfrutar de la carrera sin mojarnos.

Como casi siempre que puede cogerse antes el dorsal y la carrera es en Ávila, fui el día anterior a por el. De esta forma, además de poder preparar todo con más tiempo para la carrera, si todos hacemos lo mismo agilizamos la recogida de dorsales de las personas que vienen de fuera de la ciudad y así también ayudamos un poco a la organización que no tiene que repartir los más de 1200 dorsales en una mañana. Este año, como novedad la bolsa del corredor contenía una mochila de la marca Joma, mochila por cierto espectacular, en la que puedes meter todo lo necesario par tus carreras y con diferentes apartados, entre otros uno para las zapatillas. Se agradecen detalles así, ya que se sale de las clásicas camisetas para innovar un regalo en mi opinión muy útil para los corredores, además de productos de al tierra para que todos los abulenses y los que vienen a visitarnos prueben las delicias que se hacen en nuestra ciudad.

La carrera comenzaba a las 10:30, por lo que procuré estar una hora antes cerca de la salida, así podría cambiarme y calentar con tiempo y también dejar la ropa en el guardarropa, ya que me gusta salir con camiseta y pantalón corto y en Ávila refresca bastante, por lo que después iba a necesitar el cortavientos que llevaba.

Calenté poco, no quería salir muy cansado ni muy disparado de pulsaciones, lo justo para activar el cuerpo y hacer unos estiramientos.

Conozco Ávila, aunque por mucho que conozcas el recorrido siempre puede sorprenderte su dureza, sus adoquines o sus giros cuando entras en la zona amurallada. Era mi tercera media maratón, segunda en Ávila y además de disfrutar salía a por todas. Esta semana había bajado el ritmo y la cantidad de kilómetros, asique más o menos llegaba descansado y muy centrado en la carrera. Os cuento un poco cómo fue el recorrido y las sensaciones:

A las 10:30 tomábamos la salida desde los Cuatro Postes, uno de los monumentos emblemáticos de Ávila. La salida es más o menos cuesta abajo, con algunas zonas llanas y alguna pequeña subida pero un primer kilómetro muy cómodo. En este primer kilómetro, intenté coger un ritmo cómodo, 4´58´´ un ritmo más alto del que quería ir en principio (5´20´´ aproximadamente si todo salía bien). Esta media es especial, y la última parte es durísima, especialmente desde el kilómetro 18 hasta el 20 (interior de la muralla) por lo que pensé que arañar unos segundillos no vendría mal. El kilómetro 2, seguíamos un poco en bajada, por lo que seguí intentando aprovechar la inercia 4´51´´ al pasar por ese kilómetro, iba cómodo pero sabía que no podía mantener ese ritmo toda la carrera. El tercer kilómetro, ya tendía a ser un poco más plano, por lo que bajé el ritmo unos segundos, aunque seguía yendo cómodo 4´56´´. Estábamos corriendo por la zona sur de la ciudad, una de las zonas más cómodas para correr en general, y de esta media maratón en particular, por lo que tampoco había que confiarse demasiado. El kilómetro 4 y el 5, intenté mantener el ritmo en torno a 5´el kilómetro con la idea de seguir arañando unos segunditos al crono para la parte final ritmos de 5´01´´ y 5´00´´ respectivamente. Primeros 5 kilómetros por debajo de 5´de media, llevando un ritmo bastante bueno para lo que en principio estaba pensado, pero de momento las sensaciones eran bastante buenas. El kilómetro 6, tiene una pequeña "trampa", una cuesta corta pero que se hace bastante dura y en la que es recomendable bajar un poco el ritmo para subir más cómodamente. Ese kilómetro 6, lo hice en 5´19´´ pasando también en el por el primer avituallamiento y aprovechando para beber un poco de agua e hidratar. El kilómetro 7, me vino muy bien para recuperar, dejándome llevar por la cuesta abajo que me venía, y haciendo un tiempo de 4´52´´. Kilómetro 8, también un kilómetro cómodo, clavando el tiempo del kilómetro anterior 4´52´´. El kilómetro 9, bajamos el ritmo un poco a 5´el kilómetro, volviendo a la zona cercana a la meta y sabiendo ya que íbamos camino de la zona dura del recorrido. El kilómetro 10, nos íbamos acercando al ecuador de la prueba, y los kilómetros iban pesando un poco la pendiente subía y el ritmo bajaba 5´22´´. Los diez primeros kilómetros el ritmo había sido bastante bueno, 50´04´´ según strava, un ritmo que no me esperaba para nada. Soy consciente de que la segunda parte iba a sufrir, ese no era el ritmo pensado y eso en algún momento iba a pagarlo, pero también sabiendo cómo es la Media Maratón de Ávila, sabía que en esos kilómetros eran menos duros, y esos segundos ganados iban a venir muy bien para después. EL kilómetro 11, pasábamos por otra zona emblemática del recorrido, la Encarnación, además de llegar a otra de las zonas emblemáticas de la ciudad, San Antonio. kilómetro 11 en 5´08´´ aunque las sensaciones seguían siendo buenas, ya se notaba la bajada del ritmo y el paso de los kilómetros. El kilómetro 12, se me iba por segundo kilómetro el ritmo por encima de los 5´20 segundos, haciendo el kilómetro a un ritmo de 5´23´´. El kilómetro 13, ya dirección al centro de la ciudad conseguí arañar unos segundos al kilómetro anterior 5´19´´. Los kilómetros 14 y 15, alrededor de Santa Ana, clavé el mismo ritmo a 5´13´´ en los que seguía cómodo pero en los que ya iba pesando la carrera. Sabía que estos últimos seis kilómetros eran los más duros, por los adoquines y por las estrechas calles del centro. Kilómetro 16, último avituallamiento y último paso por Santa Ana, para encarar otra vez la avenida de Madrid. Kilómetros en los que aunque iba cómodo, el ritmo iba bajando un poco, kilómetro 16 en 5´25´´, kilómetro 17 en 5´25´´ y kilómetro 18 en 5´26´´. El paso por el punto kilométrico 18 era clave para mi. Las sensaciones que tuviera en la plaza del grande iban a hacer que me tomase los últimos kilómetros de una forma u otra. Sabía que los ritmos que había llevado eran buenos, asique una vez que entré en el interior de la muralla iba a sufrir mucho. Los adoquines cuando llevas varios kilómetros en las piernas, hacen mucha mella en ellas y aunque iba bien, decidí bajar un poco el ritmo. Kilómetro 19 en 5´42´´ y kilómetro 20 en 5´38´´ en los que el ritmo es muy mejorable para otras ocasiones. El último kilómetro, con mucha parte de bajada, 5´13´´ arañando otros segundos después de pasarlo mal en los dos anteriores. Últimos 400 metros (si, salieron algunos más según mi GPS) llevando un ritmo de 4´31´´, muy agusto y cómodo en ellos, siempre pendiente de los adoquines, ya que algunos estaban húmedos y sobre todo, de disfrutar de esa entrada y de ese tiempo en meta que me había ganado. La verdad, un sorpresón para mi la marca en meta, según el reloj de meta en 1 h 51´18´´ (mejor marca personal). Muy contento, bajando casi en 5 minutos la marca del año pasado, volviendo a disfrutar de una carrera como la media maratón de Ávila y sobre todo, sabiendo que se puede mejorar mucho. Seguiremos buscando retos, pero de momento podemos decir que hemos vuelto a cumplir otro de los retos y sobre todo, bajando un tiempo de forma considerable y teniendo mejores sensaciones y ritmo de lo planeado.







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