Media Maratón Salamanca 2019

El domingo tocaba volver a correr en Salamanca, volver a correr su Media Maratón y a disfrutar una vez más de la distancia... o eso parecía.

Hay días que las cosas se tuercen desde el principio, días que la cabeza va bien, pero el cuerpo no responde. El domingo fue un día de esos, motivación a tope, muchísimas ganas de correr en Salamanca y además, de intentar bajar el tiempo del año pasado.

Como siempre, los nervios de antes de salir, mucha gente corriendo y mucha gente viendo la carrera. La temperatura era buena, domingo ideal para correr y para disfrutar.

En cuanto a mi carrera, fue incómoda desde el principio. Desde prácticamente la salida, iba incómodo por un dolor de tripa intenso, aunque iba aguantando mientras pasaban los kilómetro. Esto fué hasta el kilómetro 7, donde un pinchazo en el gemelo y la bola del gemelo subida, hizo que la carrera acabase...

Quizá como me decía gente del público, podía haber seguido, pero cuando los problemas son de tipo muscular prefiero no arriesgarme. Tocó eso, hacer los 8 kilómetros primeros intentando sobreponerme a los problemas físicos pero nada, tocó retirada.

Lo malo es eso, el sabor de boca que se queda después de tener que salir de una carrera en la que vas a buscar un objetivo. Ahora toca volver a entrenar, cuidar de el gemelo y volver a las medias de compresión para evitar más molestias.

Ahora toca eso, ver cómo van los entrenamientos y mirar los objetivos a ver si puedo seguir luchando por ellos a corto plazo. Si las cosas van mejorando y el gemelo aguanta un par de tiradas largas en los próximos días, intentaré estar en la media maratón de Segovia para quitarme el mal sabor de boca.

Esta vez salió cruz en la moneda, otros días saldrá cara... 

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