Nuestro mayor rival es nuestra mente.

Hace 15 días, como sabéis tuve que retirarme de la media maratón de Salamanca. Muy mal sabor de boca que no se acabó ahí, todavía sigue. Aunque he seguido entrenando, las molestias por momentos continúan y no termino de cogerle el ritmo al entrenamiento seguido. Esta semana hice dos muy buenos entrenamientos de 10k, siendo consciente que no debía ir a tope sin apenas molestias, pero hoy, que la idea era aumentar uno o dos kilómetros la rutina, han comenzado las molestias.

Después de unos 6 kilómetros, han empezado las molestias y en el kilómetro 7, he parado por que no fueran a más. La verdad que no se si es más la mente que se bloquea pensando en las sensaciones de la media maratón o los dolores reales.

Y ahí viene el tema principal del que os quiero hablar. Muchas veces, nuestro mayor rival es nuestra mente. No os hablo sólo de molestias, donde muchas veces es mejor parar que seguir y lesionarse. Os hablo en general, muchas veces paramos de hacer algo por que nuestra mente nos dice que no podemos.


Aunque en otras ocasiones la mente nos ayuda a continuar, otras nos bloquea teniendo piernas para poder hacerlo. En muchos entrenamientos, he parado por eso precisamente por que mi mente me decía que iba demasiado deprisa o que estaba muy cansado, pero no, tienes que luchar por seguir y terminar el entrenamiento.

Y es que en el running como en la vida, muchas veces nos bloqueamos a nosotros mismos haciéndonos creer que no podemos conseguir nuestras metas, pero no, debemos seguir adelante y luchar por todo lo que queremos.

Al final, aunque cambiemos el método lo que nunca debemos cambiar son nuestras metas. 

Comentarios

  1. Qué de acuerdo estoy y qué difícil es a veces. He corrido durante una época de mi vida y aunque nunca fui de tiempos ni de marcas entiendo perfectamente de lo que hablas. ¡Eso sí! El dolor es una señal indiscutible de nuestro cuerpo y hay que escucharle, saber parar, descansar, recuperarse al 100% y volver. Dejé el running pero me enganché al pádel

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    1. Muchas gracias por tu comentario. La verdad que si, el cuerpo es sabio y nos manda avisos, solo hace falta saber verlos. Un saludo

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